El Timo es un órgano linfoide que está totalmente desarrollado en los primeros meses de gestación del feto y que aumenta de tamaño hasta la adolescencia. Después de esta etapa empieza su proceso de atrofiamiento, disminuyendo progresivamente, lo que se conoce como “involución del timo”.
El timo cumple diversas funciones, entre ellas estimular el crecimiento de los huesos, favorecer el desarrollo de las glándulas sexuales y colaborar en el desarrollo y maduración del sistema linfático. Sin embargo, su principal función es la producción, la maduración y la diferenciación de los linfocitos T o células T, células del sistema inmune, indispensables para combatir diferentes antígenos extraños que puedan invadir nuestro organismo.
Actualmente se ha demostrado que el timo tiene capacidad para funcionar y producir linfocitos en edades adultas. Hasta ahora se pensaba que el timo en edad adulta no tenía funcionalidad, ya que tras la pubertad este órgano involuciona reduciendo considerablemente su tamaño por lo anterior se demuestra la potencialidad del timo como órgano con un papel importante en la defensa del organismo aun en edades adultas.
Al mismo tiempo existe un proceso conocido como inmunosenescencia que se traduce en un envejecimiento de nuestro sistema inmune, que sufre una pérdida de su capacidad de respuesta ante enfermedades y vacunas. Este fenómeno se vincula con un mayor número de infecciones en el individuo y se cree que puede influir en el desarrollo de cáncer o enfermedades autoinmunes. Un aspecto especialmente relevante es que la función tímica en los adultos es muy heterogénea y está relacionada con el envejecimiento del sistema inmune.